Cara Sucia es una vuelta a los orígenes, a la tierra que vio nacer a los hermanos Durigutti, donde pasaron su infancia con muchos momentos felices.
Como esas historias de sobre mesa y esas pequeñas cosas que nos vuelven a reconectar con el lugar de dónde venimos, así son estos nuevos vinos, simples y amenos.
Un viaje en el tiempo y una nueva mirada sobre las variedades del este mendocino, otra cara de la vitivinicultura argentina.
CRIANZA / BARRICADO:
huevos de cemento.
CATA:
De color rojo de baja profundidad, aromas florales y a frutos rojos maduros, juga con una boca golosa y tensa que invita a seguir bebiendo.