¿Alguna vez un vino te hizo frenar y decir: “¿Qué es esto?”
Bueno, este Vino Esencial Naranjo puede ser ese. No se parece a ninguno. Y eso no es solo una frase: es una promesa. 🍊👁️
Hecho con uvas Pedro Ximénez, fermentadas con piel, este naranjo te rompe la rutina y despierta los sentidos. Es fresco pero con textura, tiene fruta pero también profundidad. Entra fácil… pero se queda.
Perfecto para esas noches en que querés algo distinto. Para ese amigo que dice “sorprendeme”. Para vos, si ya no te conformás con un blanco más.
Un vino que no solo se toma. Se experimenta.
No hay madera, pero sí hay alma.
Este vino fermenta con sus pieles, y gracias a su fermentación maloláctica, gana cuerpo, textura y una cremosidad que se siente en cada sorbo.
Nada de exceso, todo está en equilibrio. Como debe ser.
👁 A la vista, un naranja pálido, limpio y brillante, que te prepara para lo que viene.
👃 En nariz, frutas blancas y de carozo: pera, durazno y algo que recuerda a flores secas. Al fondo, un guiño de manteca y levaduras, como si fuera un vino que te guiña el ojo.
👄 En boca, es amplio, fresco y envolvente. Tiene peso, pero no cansa. Es un vino que acaricia el paladar y deja huella.
Nacido en Montecaseros, San Martín – Mendoza, de viñedos cuidados como quien cuida algo que ama.
La uva Pedro Ximénez, plantada con respeto y cosechada en su punto justo, encontró acá un lugar donde brillar con naturalidad.
Viña Alta no lo forza, lo interpreta.
Y así nace un vino que te habla distinto… y que vale la pena escuchar.